El alcalde Juan Pablo Gallo ha anunciado la construcción en el transcurso del año de varios parques en el sector de la Circunvalar y la recuperación y remodelación de otros, entre los que están el parque de “La Rebeca” y el conocido con el nombre de “Popular Modelo”. Su propósito es, según dijo el mandatario de los pereiranos, “hacer de Pereira una ciudad vital, sostenible, segura y saludable”.
Si algo le está haciendo falta a la ciudad son más parques, más zonas verdes, más árboles y más espacios para que sus habitantes tengan dónde pasar un rato conversando con sus amigos, respirando aire fresco, haciendo alguna actividad física, o simplemente disfrutando del buen clima y de las bondades de una urbe que es amistosa y calurosa con quienes aquí viven o quienes nos visitan.
Hoy, Pereira tiene pocos parques y lugares de encuentro para la gente, y los pocos que hay no invitan a frecuentarlos. Son espacios abandonados, sucios, malolientes, desagradables, oscuros y, si se quiere, peligrosos a los que no pueden concurrir las familias, ni las personas mayores, ni los niños sin correr el riesgo de ser atracados, o molestados, o de pasar un mal momento.
Ni siquiera los parques más emblemáticos de la ciudad como la Plaza de Bolívar, o el Lago Uribe, el parque Olaya o el parque La Liberad son hoy sitios que se puedan visitar y disfrutar, y que estén cumpliendo su misión. Todos, unos más que otros, son refugio de vagos, de delincuentes, de drogadictos y de indigentes que han convertido esos lugares en hospedaje al aire libre y en baño público.
Lamentablemente la falta de una dependencia especializada en el tema, con presupuesto propio y dotada de las herramientas suficientes, ha llevado a los parques y las zonas verdes de la ciudad al estado de deterioro en que hoy se encuentran, y a que a nadie le importe esto, ni asuma la responsabilidad.
Hace unos meses la Sociedad de Mejoras Públicas de Pereira, en un arranque de civismo y pereiranidad que todos aplaudimos, anunció la intervención de los parques de la ciudad. Se dijo que era un programa continuado de recuperación de los actuales parques y de su sostenimiento una vez estuvieran en óptimas condiciones. Sin embargo, todo se quedó en la reparación de la fuente luminosa de El Lago y en unos cuantos tarros de pintura en otros parques.
Celebramos, pues, el anuncio del alcalde Gallo de darle a Pereira más espacio y zonas verdes para el encentro y el disfrute de sus habitantes; pero ojalá se disponga también de los recursos y el personal especializado necesarios para recuperar y mantener en buen estado los que ya tenemos que, entre otras cosas, son verdaderos íconos de la ciudad.
Fuente original: http://www.eldiario.com.co/seccion/EDITORIAL/los-nuevos-parques1805.html